Mi música****

martes, 9 de junio de 2009

Capítulo 8-Confusión

-¿Qué es?- fue lo primero que le pregunté a Alex. Él me miró con melancolía al notar que había dicho ``¿Qué es?´´ en vez de ``¿Quién es?´´.
-Mira, Fany, si fuera cualquier otro miembro de la noche te habría dicho que no lo juzgaras por lo que es, pero en esta ocasión tienes todo el derecho a preguntar ``¿Qué es?´´ en vez de ``¿Quién es?´´.-me dijo con voz durá.
-No pretendía ofenderte, lo siento.
-No pasa nada…-el timbre volvió a sonar, interrumpiéndole.
Cogió el auricular y murmuró unas palabras que no logré entender al intruso.
La puerta se abrió y un chico bastante imponente entró en el salón. Yo miré a Alex confundida.
Él no me devolvió la mirad, solo bajó su cabeza y apretó sus puños, en un claro gesto de sumisión.
Daba por perdido a ese aliado, pero bueno, no hay que desanimarse, pensé.
El vampiro era bajo, quiero decir no era tan alto como Alex, pero si más que yo. Pero tenía mucho músculo. Eso sumado a los ojos azules y fríos como el hielo que tenía daban cómo resultado una figura muy imponente. Eso sí, si quitabas lo de que era un vampiro y los ojos, el sujeto en cuestión estaba como un queso. Me sonrió pícaramente y sus ojos me recorrieron de arriba abajo. Rectifico, estaba como una montaña de queso!!!!
-Hola, cuanto tiempo sin vernos, ¿no?- preguntó.
Yo asentí, auque fuera solamente por hacer algo, su mirada me estaba poniendo de los nervios.
-Alex, déjanos solos, quiero hablar con Fany un momento.
El aludido se limitó a rechinar los dientes y a mirarle desafiante.
-No.
-Sí- le contrarió el intruso.
-Alex, como no me obedezcas va a haber consecuencias, además de para ti…- dejó la cuestión en el aire.
A regañadientes y de muy mal humor, se fue.
Nos quedamos mirándonos unos minutos. Inspeccionándonos mutuamente. Yo por mi parte intentaba descubrir que haría y él, … no sabía lo que hacía él.
-Nos vamos- se limitó a decir.
-¿Cómo?- casi grité. Casi. Porque se podía ver que no era de los que le gustaban que lo desafiaran.
-Tienes razón- contestó, cómo si pudiera saber que estaba pensando, pero, eso no podía ser…
-Hay muchas cosas que no sabes de mi- dijo misteriosamente y me sonrió.
-Puedes leer la mente…
-No es tiempo para preguntas, nos vamos.
-¿A dónde?
-A donde yo quiera.
Dicho esto me cogió del brazo y me empujó hacia la puerta. En la entrada había un Volvo plateado.
Cómo el de Edgard Cullen, pensé, pero él nunca hubiera metido a Bella por la fuerza en él. Sí, yo me había leído la saga creúsculo, como casi todo el mundo, y me había encantado. Nunca llegué a pensar que yo viviría una aventura con vampiros…
Me metió en el coche y a continuación entró él también.
Encendió el motor y se encaminó hacia la autopista.
Pasó una media hora bastante incómoda, por lo menos para mí. Él fue el que rompió el silencio:
-Siento la escenita con Alex.
-¿Qué escenita?- le pregunté confundida.
-Lo de que te halla contado que somos vampiros, o como lo llama él, sus Bluttrinkers, es ridículo, pero en fin.
-¿Qué estás diciendo, que es mentira?
-Claro, no te lo habrás creido, ¿no?
-Pues yo,…
Me quedé en silencio.
-Pero tu pudiste leerme la mente, y además, yo te vi hace dos años, y tenías colmillos.
Me miró fijamente, y después movió la cabeza con disgusto.
-Pensé que te podía salvar, pero tienes razón, sabes demasiado.
-¿Salvar de qué?
-De mi.
-¿Qué me vas a hacer?
No respondió, se limitó a decirme que me callara y que iríamos a su casa.
Tenía miedo, mucho miedo, ¿qué me haría….?
-¿Cómo te llamas?- la pregunta salió de mis labios antes de poder pensar en lo que estaba haciendo.
-Soy Eidrien, para ti amo.
¿Amo?, eso significaba que yo era su esclava.
Una lenta sonrisa se fue completando en su cara, a la vez que me observaba con una mirada de fuego.

2 comentarios:

  1. tremendo!!!me encantaaa!!! =) ademas escribes super bieen!!!otro otro otro otro!!!!!!!!!!!!jejeje =)
    muchos besos!!!!

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  2. a no puede ser que genial "amo" guau

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