Capítulo 6- Respuestas

Lo siento por no ponerlo antes..¬¬ mañana o dentro de unas horas pondré la segunda parte...Chao,
besos, Laura

-Mm…, eso quiere decir que estoy en peligro?- le pregunté, dudosa.
-Si, y como es culpa mía te protegeré-dijo muy serio.
Él me miró fijamente con esos ojos, profundos como la noche y, sin embargo, cálidos como el día, y me dirigió una sonrisa que haría desmayar a todas y cada una de las mujeres del planeta. Él aparentaba unos dieciocho o veinte años, más o menos. Pero como me dijo antes, no envejecía, así que quién sabe…
-¿Cuántos años tienes?- le pregunté, rompiendo el hechizo en el que estábamos inmersos.
-Demasiadas preguntas para un día, se te acabó la cuota de respuestas, lo siento.-dijo él con una sonrisa socarrona.- Ahora me toca saber cosas de ti a mí.
-¿Qué quieres saber?
-Bueno, lo primero que hacías aquí el otro día.
Suspiré, me parecía que habían pasado meses, pero sólo habían pasado dos miserables días. Entonces me di cuenta de algo que era tan obvio que no me había parado a pensar. María estaba muerta por mi culpa, si yo no hubiera aceptado la estúpida apuesta el metamorfo nunca me hubiera seguido, y mucho menos, intentar envenenarme.
Tranquila Fany, me dije, eso ya no se puede cambiar, no te machaques. Con mucha dificultad aparté el tema temporalmente e intenté concentrarme en Alex.
-En el colegio todos los años hacemos como una especie de apuesta.- le conté todas las reglas y que yo era la campeona.
-Así que te gustan las emociones fuertes, ¿no?- dijo levantando una ceja.
-Pues si, pero algo me dice que desde ahora voy a tener más de las que quiero.- respondí con una sonrisa.
-Estás en tu salsa entonces.
Los dos nos reímos, como si estar juntos fuera lo más natural del mundo. Nuestras miradas se encontraron y saltó una chispa entre nosotros.
Mi cupo de novios no había sido impresionante, pero tampoco estaba mal, y sabía que esa mirada sólo podía significar una cosa… Fany, ves demasiadas películas. Definitivamente aquello tenía que haber sido producto de mi imaginación, él era demasiado guapo y… Recordé lo que me había dicho mi abuela en una ocasión: ``Las chicas tendemos a menospreciarnos, pero te voy a decir una cosa. Eso no sirve para nada. Si tu te menosprecias los demás también lo harán. Nunca, nunca creas que no eres lo bastante guapa, lo bastante rica, lo bastante merecedora de un chico, por muy guapo que sea o muy pefecto que todos piensen que es. Porque, tú, cariño, te mereces todo. Así que nunca te creas inferior y mantén siempre la cabeza bien alta´´
Que sabia frase, abuela, pensé. Y la seguí al pié de la letra, siempre, nunca me dejaba creer que era inferior. Y con este chico o lo que sea va a ser igual, me dije.
-Ahora voy a tenerte que preguntar sobre un tema, que supongo, no te gustará pero es necesario. ¿Cómo murió tu amiga?¿Estás segura de que te quería matar a ti y no a ella?
Le miré ceñuda, pero contesté. Le conté lo del zumo y como ella se había bebido el veneno.
-Sí, era para ti, no hay ninguna duda-le salió una voz impregnada de rabia.
De pronto se oyó algo parecido aun timbre y los dos nos sobresaltamos.
-Espera, voy a ver quién es- dijo, algo tenso e irritado.
Se levantó y se dirigió a la pantalla que grababa la entrada.
Al ver quién era dio un respingo y me miró, sorprendido.
-¿Qué pasa?- le pregunté preocupada.
-Míralo tu misma- ahora su voz ya no era dulce, sino dura y fría.
Me incorporé y miré. Y lo que vi no me gustó nada, absolutamente nada.