Mi música****

viernes, 29 de mayo de 2009

Capítulo 5- Alex

Alex me guió hacia la casa y me abrió la puerta. Me llevé una sorpresa. Me había esperedo una casa antigua, con telarañas, y eso… bueno, era la casa de un vampiro, ¿no?
Me había esperado de todo menos lo que me encontré, quiero decir, yo ya sabía que era de estilo moderno, por que la habitación donde estaba cuando me secuestró era así, pero aquello era demasiado.
Lo primero por lo que me sorprendí fue por el escáner que me hizo un aparato al pasar por la puerta. Lo segundo fue el estilo supermoderno, no era lo típico, aquello era completamente contemporáneo. Donde quiera que mirase había algo que atraía mi atención: los sofás eléctricos, los múltiples ordenadores de última generación,…
Pero, sencillamente, flipé cuando un robot salió de una habitación con aparatos de limpieza. Debí de quedarme con ojos desorbitados y con la boca abierta por que Alex empezó a reírse entre dientes, tratando, después, de ocultarlo con una tos.
Cuando lo miré me quedé sin respiración, era tan guapo, y aún más con esa sonrisa que tenía ahora.
-Bueno, ya sé que soy alucinante y mi casa también, pero no nos desviemos del tema.-dijo agrandando su sonrisa.
-Emm.. Sí, sí…
-Siéntate por favor.
Me dejé caer en el sofá y Alex se puso a mi lado.
-Bien, empecemos por el principio. Tu as hecho unas suposiciones acerca de mi, ¿no?
Asentí cautelosamente. Quería estar bien atenta.
No es muy cauteloso estar con un vampiro en su propia casa, me repliqué a mi misma.
-Y son…
-Pues…, que eres un vampiro.
-Eso es en parte correcto y en parte correcto.
Su respuesta me desconcertó totalmente. ¿Cómo le llamas a alguien que tiene colmillos y bebe sangre?
-Lo que voy a contarte va a cambiar para siempre la forma en que ves el mundo.-empezó.-Esta historia comenzó cuando los primeros humanos aparecieron. Algunos de estos hombres y mujeres nacían con características especiales. Unos se podían convertir en animales, los metamorfos. Otros tenían poderes relacionados con los elementos, los hexes, que serían lo que tú llamarías brujas y brujos. Y después están los Bluttrinkers, que significa bebedores de sangre. Al principio los hexes eran aceptados, se consideraban chacales y chamanes, brujos que ayudaban a la tribu. Por ejemplo: si era un hexe del agua hacía que lloviera para favorecerlos o si era del aire se aseguraba de que el viento los ayudarara, y otros cosas,…Sin embargo, los metamorfos y los Bluttrinkers eran asesinados nada más nacer. Con el paso del tiempo algunos de estos consiguieron escapar, con ayuda de los hexes, y fueron creando pequeñas comunidades secretas. Las tres especies empezaban a prosperar cuando llegaron los séculos, denominados por nosotros como la época negra. Fue cuando los humanos se obsesionaron con matarnos, ya no solo a nosotros, si no también a los hexes. Muchos inocentes murieron por que no somos fáciles de atrapar, una vez desarrollamos nuestras habilidades. Cuando pasó esa fatídica época se dieron cuenta de que eran muy pocos los que habían sobrevivido, pronto a pesar de todo conseguimos pasar ese mal trago y seguir adelante. Aún hoy en día nos estamos recuperando. Por eso es toda la seguridad que viste a la entrada, no nos podemos permitir el lujo de morir más.
Hizo una pausa para evaluar mi reacción. Pero yo estaba más fascinada que asustada.
-Bueno, cómo te dije yo no soy un vampiro, soy un Bluttrinker. Como ya te dije antes, bebedor de sangre.
-¿No es lo mismo?- le pregunté con curiosidad.
-No. Nosotros bebemos sangre y tenemos unos colmillos retraibles. Pero por lo demás no. Quiero decir, no somos unos sádicos de sangre que nos descontrolamos, tampoco unos seres crueles y horribles. Somos sólo una especie diferente.
-Entonces, ¿las historias son inventadas?
-A ver,… vosotros nos matabais o utilizabais, y claro, en toda comunidad hay rencorosos. Esos eran bastantes al principio, pero igual que los humanos, fuimos desarrollándonos y avanzando. Ahora mismo los que matan a vuestra especie son un 1% y además, el 99% restante tratamos de detenerlos.
Quería preguntarle de donde sacaban la sangre, pero no me atrevía.
-En cuanto a la sangre- dijo, cómo si supiera lo que estaba pensando- la tomamos de los bancos de sangre.
-Ah,…- traté de reprimir las nauseas que me entraban al pensar en beber sangre.- Supongo que lo que nos atacó antes era un metamorfo, ¿no?
-Sí. Fue él el que mató a tu amiga, no yo.
Observé por un momento sus ojos negros y vi la sinceridad en ellos.
-De acuerdo, pero ¿por qué querría matarme?
-Pues, aparte de la razón obvia de ``muerte a los humanos´´, por que me odia. Y odia todo lo relacionado conmigo. Él debió verte salir del bosque.

1 comentario:

  1. vayaa me encantaa la historiaa:)
    tienees que seguiirla yaa porque los capis son muy cortos y me dejan con muchas ganas de mas.. jaja

    besoos



    siguee asíi




    jeei.

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